viernes, 15 de noviembre de 2013

Mientras escucho brotar estas proposiciones…



Mientras escucho brotar estas proposiciones…˜ el sabor me invade…˜ Yo soy el primero en saborear mi propio estado eterno…˜ Veo que ni este nacimiento ni su ausencia eran conmigo…˜ Pero mi propia ausencia no la veo…˜ El sabor es intensísimo…˜ Veo esta visión que ve que el nacimiento no era…˜ Veo esta visión que ve que la ausencia del nacimiento no era…˜ ¿Qué me puedo decir de mí mismo a mí mismo?…˜ Veo que yo soy y que absolutamente nada otro que mí mismo es conmigo…˜ Lo veo…˜ lo saboreo…˜ no necesito pruebas…˜ 


Al mismo tiempo veo que me escucho a mí mismo en todo el que me escucha…˜ Veo que lo que yo veo que yo soy…˜ es lo que ve que es todo el que se ve…˜ El sabor es el mismo…˜ y el saboreador también…˜ 


¿Qué es lo que vemos que no era con nosotros cuando ni este nacimiento ni su ausencia eran?…˜ Veamos bien que somos nosotros quien está viendo qué es lo que no era con nosotros cuando ni este nacimiento ni su ausencia eran…˜ ¿A qué nos sabe esta saboreación de nosotros mismos?…˜

El soporte de esta saboreación de nosotros mismos…



En las doctrinas hindúes…˜ a la visión por sí mismo de nuestro estado eterno…˜ se le llama una “saboreación”…˜ Y a nosotros mismos…˜ cuando estamos viendo que es desde nuestro estado eterno desde donde vemos simultáneamente la presencia y la ausencia de este estado nacimiento…˜ se nos llama el “saboreador” de su propio estado eterno…˜ 


El soporte de esta saboreación de nosotros mismos…˜ de esta saboreación de sí mismo de nuestro propio estado eterno…˜ es siempre una proposición convocativa…˜ Una proposición convocativa es una llamada a la Puerta de nuestra propia realidad…˜ Y es convocativa…˜ porque nuestra propia realidad se hace consciente de sí misma como lo que es…˜ 


Mirad…˜ ni este estado nacimiento ni su ausencia eran con nosotros…˜ Esto es una proposición convocativa…˜ Ella no dice que nosotros no somos…˜ Ella sólo dice lo que no era con nosotros…˜ 


Entonces se procede a invitarnos así…˜ “Veámonos a nosotros mismos cuando ni este estado nacimiento ni su ausencia eran con nosotros”…˜ Esta invitación es convocativa de nuestra verdadera realidad…˜ Hay entonces un sabor…˜ un sabor intenso a nosotros mismos…˜ Es este sabor de nosotros mismos…˜ cuando ni el estado nacimiento ni su ausencia eran con nosotros…˜ lo que tenemos que dejar que nos inunde…˜ La respuesta a esta invitación de que nos veamos a nosotros mismos cuando ni el estado nacimiento ni su ausencia eran con nosotros…˜ es una saboreación…˜ Esa saboreación nos inunda de certeza…˜ esta saboreación debe saborearse en completa plenitud…˜ 


Nosotros no debemos darnos prisa en obtener la respuesta a esta invitación…˜ Más bien debemos dejar que la invitación nos convoque…˜ ¿Qué querrá decir que yo me vea a mí mismo cuando ni este estado nacimiento ni su ausencia eran conmigo?…˜ Por supuesto…˜ ninguna respuesta que no sea la saboreación de nosotros mismos nos dará la experiencia suprema de saber quién somos…˜


La saboreación de nosotros mismos es una operación vital…˜ exactamente como lamerse…˜ exactamente como saborear un beso amado…˜ No puede imaginarse…˜ Ninguna imaginación es vital…˜ ninguna imaginación tiene sabor…˜ 


Ciertamente…˜ ni este estado nacimiento ni su ausencia eran con nosotros…˜ ¿Cómo es este nosotros en que ni este estado nacimiento ni su ausencia eran?…˜

Yo tengo la absoluta certeza de estar convocando a nuestra verdadera realidad…˜ Mi boca está llena de sabor…˜ Una saboreación intensa de mí mismo está teniendo lugar…˜ Me veo y me saboreo a mí mismo cuando ni este nacimiento ni su ausencia eran…˜ 


La proposición convocativa es todo lo que necesitamos escuchar para que se produzca el despertar a nuestra propia saboreación…˜ Nos amamos tanto…˜ que vernos despertar a nosotros mismos es el más intenso de los júbilos…˜ No se trata de que nosotros queramos ser eternos…˜ se trata más bien de que nosotros no podemos no amar lo que somos…˜ Y cuando lo descubrimos…˜ cuando el sabor de nosotros mismos nos inunda…˜ nuestra saboreación de nosotros mismos deviene el amor más intenso…˜ 


Entonces buscamos ardientemente la copa de la proposición vital…˜ el néctar de la proposición…˜ a cuya convocación nuestra verdadera naturaleza real nos invade…˜ 


Cesad por completo de buscar la respuesta mental a las proposiciones que aquí se hacen…˜ Cesad por completo de imaginar cómo podría ser ese estado vuestro en que ni este nacimiento ni su ausencia eran…˜ Más bien…˜ aposentaos en vosotros mismos y dejad que la proposición penetre…˜ “Cuando ni este nacimiento ni su ausencia eran conmigo…˜ ¿cómo era yo?”…˜ 


Estoy preguntando por vosotros…˜ no estoy preguntando por este nacimiento…˜ tampoco estoy preguntando por cuando este nacimiento no era…˜ 


Yo no aceptaré la respuesta de que sois este nacimiento…˜ yo no aceptaré la respuesta de que sois la nada que era cuando este nacimiento no era…˜ Yo no estoy interesado en estas experiencias comunes…˜ Lo que quiero es que el sabor os invada…˜

¿Quién más era con nosotros cuando este estado nacimiento no era?…




¿Quién más era con nosotros cuando este estado nacimiento no era?…˜ 

Veamos profundamente quién más era con nosotros cuando este estado nacimiento no era…˜ ¿A quién más encontramos que era con nosotros…˜ cuando este estado nacimiento no era?…˜ ¿Y cómo nos encontramos a nosotros mismos que nosotros somos cuando este estado nacimiento no es?…˜