Normalmente cuando
nuestro conocimiento de nosotros mismos comienza a hacerse la pregunta clave
“¿quién soy yo?”…˜ nuestro estado de ignorancia es tan sumamente completo que
difícilmente sabremos hacer de ella nuestro encargo al maestro espiritual…˜ Por
ello…˜ aunque el encargo debe venir del discípulo…˜ es entera incumbencia del
maestro comprender qué es en realidad lo que el discípulo está encargando…˜
El
maestro debe expresar en su proposición el anhelo más profundo del discípulo…˜
Y debe hacerlo…˜ aunque el discípulo no sepa conscientemente que es
precisamente eso lo que él está pidiendo…˜
Este principio es muy
importante…˜ Incluso en los reveladores de las doctrinas tradicionales más
profundas…˜ la consciencia clara de lo que querían no fue inmediata…˜ En casos
raros como el de Sri Ramana…˜ la consciencia de su encargo se produjo
espontáneamente a una edad muy temprana…˜ Pero está también el caso del Profeta
del Islam…˜ cuya consciencia de ser lo que ES…˜ se produjo a una edad mucho más
tardía…˜
Cuanto más profundo y
verdadero es el conocimiento de sí mismo del maestro propositor…˜ más profunda
y verdadera será su proposición…˜
Pero hay un punto de
inflexión que marca tajantemente todas las proposiciones…˜ separándolas por un
abismo infranqueable…˜ Hay las proposiciones que se enmarcan bajo el título
genérico de: la “aproximación progresiva a Dios”…˜ y hay las proposiciones que
se enmarcan bajo el título genérico de: “la Realidad Absoluta a la que quieres
acercarte no es otro que tú mismo”…˜
Nadie que no se haya
considerado…˜ contemplado…˜ verificado y saboreado a sí mismo como realmente la
Realidad Absoluta puede proponerlo con verdad…˜ De ello se deduce que como es
la comprensión de sí mismo del maestro…˜ así es la proposición que hace…˜ Nadie
cuya comprensión de sí mismo es la de un ser otro que la Realidad Absoluta…˜ la de un ser móvil en vías de
aproximación a la Realidad Absoluta…˜ que el que cree falsamente que es otro
que él…˜ puede hacer otra proposición
que la de la aproximación progresiva…˜ En un caso así…˜ la verdadera petición
del discípulo no le será propuesta…˜
Por vía de
consecuencia…˜ se puede comprender fácilmente que como es la comprensión de sí
mismo del maestro…˜ y como es su propuesta a nosotros de lo que nosotros
somos…˜ así serán los medios de verificación que él ponga en operación…˜ No son
los mismos los medios de verificación que implica la proposición de “la
aproximación progresiva” que los medios de verificación que implica la proposición
de que nosotros somos ya la Realidad Absoluta a la que queremos aproximarnos…˜
Los medios de
verificación de que nosotros éramos ya la Realidad Absoluta cuando sólo
nosotros éramos y nada más era con nosotros…˜ de que nosotros somos Ahora la
Realidad Absoluta y nada más es con nosotros…˜ y de que nosotros seremos la
Realidad Absoluta cuando sólo nosotros seamos y nada más sea con nosotros…˜
estos medios de verificación se engloban bajo el título genérico de “meditación”
(en sánscrito sadhana)…˜
La
meditación tiene a su vez tres dominios que coexisten simultáneamente…˜ a
saber…˜ la consideración (en sánscrito dharana)…˜
la contemplación (en sánscrito dhyana)…˜
y el rapto o excesus (en sánscrito samadhi
o nirvana)…˜ Estos dominios están perfectamente
interpenetrados siempre…˜ pero según sea el estado de nuestra propia
verificación…˜ así predomina uno u otro…˜
En general…˜ la consideración
predomina en la primera etapa…˜ la contemplación en la segunda…˜ y el raptus o
excesus en la tercera…˜ Pero siempre hay que tener presente que la causa final
de toda la operación meditativa es omnipresente a estos tres dominios de
actividad…˜ y que esta causa final de toda la operación está ya…˜ siempre
presente…˜ en el taller de nuestro corazón…˜ instigando con su Belleza
convocativa toda la obra…˜
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